La depresión en su máxima expresión

in #writing7 years ago (edited)

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Foto tomada por Bárbara Salvatierra

¿Alguna vez han sentido como si el mismo cielo estuviese magullando sus pechos?

He ahí, la depresión al acecho como si no hubiese nube para atravesar y liberarse, esa frase de “el mundo se me viene encima” se hace presente realmente, como si no existiera un mañana, ni siquiera un hoy.

Es tan fácil llegar al punto de querer renunciar a eso que eres, y solo te encuentras ahí: en una calle perdida, en un semáforo dañado, en la espera de un tren o en las rutas de un autobús, solo con la insistencia de liberarte de todo cuanto te rodea.

Querer desprenderse de lo malo puede ser abrumador, he ahí la depresión insensata. Puedes sonreír, hacer sonreír, pero en el fondo algo está talando tus sentimientos y no corriges porque a veces la depresión es así, de cómoda.

El humo toca tus dientes, tus labios no responden, rotos por el frío, por la vida, he ahí la depresión al acecho. Aunque la ciencia, la psicología no corroboren tu mentalidad, tu alma puede sentirse en depresión.

Nada lee tu alma, solo tu la sientes, aunque haya motivos para ser feliz, solo eres tú contra todo pronóstico y contra la depresión que a veces entra porque así lo quieres.

La depresión puede ser un vicio, y hasta un motivo único e invaluable, porque te hace conocerte, verte en el fondo más oscuro en el que puedas estar sumergido.

Te sientes feo, en todos los aspectos, lúgubre con el corazón más mordido del mundo, pero te conoces, aprendes a verte en esta estación de la vida y aunque digan lo contrario, aunque te receten pastillas para la depresión, tu naturaleza humana, tu sentido de la razón, te hacen renegar de todos aquellos que quieren involucrarse de modo positivo solo para sentirse bien consigo mismos.

La depresión te atormenta, te angustia, te sofoca, pero te hace drenar ira, como si acelerases tanto que llegas al final con calma, respirando, por primera vez en mucho tiempo.

Entonces entras en discusión con dos túes, y empieza la guerra de dos seres por quedarse. Quienes te conocen empiezan a desconocerte y quienes entran en tu vida, empiezan a conocer algo nuevo aunque no lo sepan.

La depresión puede llevarte a algo nuevo, después de mucho tiempo, en agonía mentalmente: renaces.

Ya no hay tantos ataques de llantos por las noches ni tantos suspiros malditos por las mañanas, porque la depresión se va, se lleva todo, hasta lo que creías precioso y que en el fondo te hacía daño, se larga y queda eso que eres y que debes volver a construir.

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Tienes unas líneas que pudieran entrar en el género de la poesía, como cuando dices: "...empieza la guerra de dos seres por quedarse". La poesía también salva. Saludos.