El viaje a nuevas tierras

Durante días y noches, no sabría decirte cuántas exactamente, los Vikingos viajaron cruzando el océano sobre sus Drakkar's comandados por el gran Sigurd.

Aunque muchos decidieron quedarse en las zonas que ya conocían, muy pronto sufrieron las consecuencias de tal decisión. Para Sigurd, los guerreros y sus familias, la travesía no fue sencilla.

El mar estaba infestado de peligros y con los dioses siguiéndoles el paso, era necesario encontrar pronto un lugar donde atrancar. La tensión comenzaba a ser un problema frecuente en el barco, pese a los esfuerzos de Sigurd por mantener orden, las peleas por la comida y la convivencia, hacían que este viaje fuera mucho más complicado.

Los más incautos comenzaban a dudar del poder de su protector y de su capacidad para guiarlos. Los fuertes caían ante el mal del navegante, sufriendo fuertes mareos y pérdidas de equilibrio. Mientras que las mujeres vivían asustadas y nerviosas por el gran viaje.

La situación empeoraba cada vez que llegaba la noche y en las impredecibles aguas, vagaban sin rumbo fijo, conducidos por el viento y marea.

Tales acontecimientos los llevaron a dar con tierra firme más pronto de lo que habían planeado y adentrándose en lo que parecía ser una desolada tierra, los Vikingos se preparaban para la batalla y la conquista.

En sus recorridos por las nuevas tierras, esperaban encontrar nativos y criaturas nunca antes vistas, pero lo que hallaron fue mucho peor.

Dispuestos de enormes dientes y una furia incontenible, un grandulón con forma de piedra dirigía esas tierras. Comprendieron entonces que durante las noches, la marea los había conducido al mundo de Jötunheim, donde gigantes de roca y hielo con fuerza descomunal, elaboraban peligrosas armas y se preparaban para la batalla, tal como dictaba la profecía.

Considerando que se encontraban en una gran desventaja, Sigurd advirtió a sus hombres sobre el peligro que representaba comenzar una batalla con estos enormes seres. Les propuso continuar navegando, pero mucho antes de que pudieran abordar los Drakkar's , fueron descubiertos por los gigantes, lo que desencadenó una lucha donde muchos Vikingos murieron.

Los despreciables hombres de grandes dimensiones, eran tan fuertes como las rocas de las montañas y tan feroces como los espíritus Landvaettir, atacaban a los Vikingos propinando golpes certeros que los dejaban sin vida casi de inmediato.

De esa batalla muy pocos lograron escapar y marchándose en el único Drakkar's que quedaba, continuaron su viaje sobre el océano, donde otro destino les aguardaba.

˗ ¿Entonces, los gigantes son seres despreciables? ˗ Dijo la niña.

˗ Me encantaría decirte que sí, Valkiria. Pero al igual que los Vikingos, ellos sólo querían una cosa: Sobrevivir. Influenciados por el temor y odio hacía los dioses, sus eternos enemigos, estos sólo se defendieron de las criaturas que invadían sus tierras. ˗

˗ ¿Y logrará Sigurd llevarlos a nuevas tierras? ˗

˗ Sí que lo hará, pero tendrá que superar muchos peligros más. ˗