Anormal.

Salvador Dalí.

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Perteneciente a la sociedad anormal,
y elogiando fantasmas mentales
cuando estos tienen extraños
y cuantiosos deseos inexplicables.
Vamos por aquí o por allá
desnudando pesares, alegrías
o quizás sueños perdidos.

Sueños que quizás no entiendas
y sinceramente yo no tengo
ganas ni la voluntad de explicar.
El entendimiento de este tipo
es subjetivo,
así lo dice hace un par
de años atrás,
mi solitaria conciencia.

Nuestra imaginación no es neutra.
¿Quién puede limitarla?
No eres tu de esos pantalones
apretados y menos aún de cabellos
petrificados.
Eres tú, de cabellos indomables
y sonrisas huecas;
pantalones
tipo pijama que dejan holgados
tus delirios y los reclamas de poco.

Eres algo loca, ese debe ser igual a ti.-
escuché con tono desdeñoso.
Quizás, así somos los escritores:
que imaginamos mucho,
cuando hay tan poco.
Y vivimos tanto,
cuando no hemos recorrido ni un
par de metros.
No es locura, es pasión.

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