Espiritualidad y pagar impuestos

in #spanish3 years ago (edited)

¡Hola hola! Bienvenidos de nuevo a este espacio donde hablamos de espiritualidad cotidiana. Porque somos seres espirituales todo el tiempo, nuestro día a día se extrapola con nuestra realidad espiritual.

Foto de Martín Widenka en Unsplash.com

Así que hablemos de impuestos. En general creo que todos tenemos la noción de que vivir cuesta, estamos todo el tiempo intercambiando energía; yo pongo a tu servicio mi trabajo, tú me das dinero, el dinero es como un paquetito de energía que puedes almacenar y luego colocarla en otro sitio para que se reproduzca. Trabajamos y gastamos dentro de un país con sus fronteras, transitamos sus calles, usamos su infraestructura y jugamos bajo sus reglas. Cuando vivimos en una casa nos hace sentido tener que dar parte de la energía (dinero) que ganamos para que la casa funcione y se compre todo lo necesario para vivir, a fin de cuentas volverá a nosotros en forma de comida y servicios. Ahora, estoy hablando de mi experiencia personal, he notado que entre más personas “ajenas” a nuestro circulo cercano hay involucradas nos resistimos más a dar parte de nuestra energía para que todo funcione. En las sociedades vecinales, por ejemplo, aunque a todos los vecinos les convenga que corten el pasto y recojan la basura se puede encontrar a personas que deciden no contribuir. Y sí, hay beneficios directos que dejan de recibir, pero se siguen beneficiando de la seguridad, las áreas comunes y de poder decir que viven en un barrio bonito. Aparentemente no pagan el precio y se salen con la suya. Pero la energía no se pierde ni se crea de la nada, es imposible que recibas algo para lo que no te alineaste. En este caso algunas de las cosas que esa persona le está diciendo a la vida es “No tengo dinero suficiente ni para costear el lugar donde vivo”, “El trabajo de quien corta el pasto/administra/recoge la basura no merece recibir dinero a cambio”, “Estaría más cómodo viviendo en un sitio de menor valor adquisitivo”. ¿Con qué crees tú que se están alineando esas personas? ¿Crees que al decir que el trabajo ajeno no merece retribución ellos mismos recibirán una buena paga por su trabajo? ¿O que al decir “No me alcanza ni para vivir como vivo” están atrayendo una vida mejor? Alguien que cree que se está saliendo con la suya siendo ventajoso al final del día también paga el precio, pero cada quien elige qué precio pagar. Me gusta el ejemplo del barrio porque lo he visto muchísimas veces y es una pequeña escala de lo que veo a nivel de mi propio país. Yo recibo muchísimos beneficios por habitar este país; es un país reconocido a nivel internacional con gran tradición, con gente preciosa y muy diversa. Recibí una buena educación que me ayudó a abrir mi mente y a ser más autodidacta yendo en escuelas públicas, puedo elegir vivir y transitar en la zona que yo quiera, y en palabras de un conocido exitoso “Si tienes disciplina, es el lugar en el que más fácilmente triunfarás”. Haber nacido aquí y seguirlo habitando es algo que valoro mucho, me ha dado comodidad y reto.

Imagen de Victoria Poveda en Unsplash.com

Sé que sueno muy positiva y hasta exagerada, y cuando hace un mes tuve que hacer mi primera declaración de impuestos por mi cuenta y desembolsar de mi cartera dinero imprevisto para pagarlos casi me da un infarto. De pronto pasaron frente a mí todas las quejas de corrupción contra el gobierno, las administraciones abusivas, la gente que por tener mucho o por tener poco simplemente deciden no pagarle al fisco. Como que mi mente buscó todas las excusas posibles para decir “Esto no es justo, no voy a pagar”. Pero en medio de mi rabieta identifiqué claramente a mi niña indefensa, la niña que en parte se siente víctima y cree que el mundo quiere arrebatarle algo. Me vi a mí misma queriendo evadir esa responsabilidad, sintiendo que no tengo dinero suficiente para sobrevivir y que encima se cree incapaz de producir más. Así como me vi me estoy viendo ahorita, me abracé y respiré bien hondo. Lidié conmigo, me expliqué las cosas como son. Estás pagando ese dinero porque lo tienes, porque agradeces vivir en este país. Lo pagas porque te mereces vivir en un país libre y organizado a la vez, porque es tu parte para que haya una buena administración. Vas a ganar muchísimo más dinero del que estás ganando actualmente y es importante que seas consciente de que buena parte se va a ir en tus gastos de vida, y eso está muy bien. Tú estás pagando impuestos porque TÚ te mereces vivir en un país donde se paguen impuestos y se usen para progresar, para darte mejores oportunidades A TI y a todos los que habitan en él, así como cuando tú no tuviste dinero y el país te apoyo, así tú apoyas a tu país. ¿Sí lo ves? No pagamos impuestos para enriquecer a algunos o para que se despilfarren en cosas inútiles. Pagamos impuestos porque merecemos recibir lo que damos a cambio, es una forma de invertir en nosotros mismos. Tú no vas a cambiar a los personajes al frente de tu gobierno, no vas a cambiar toda la administración del país de golpe. Pero vas a evolucionar TÚ, vas a cambiar TÚ y vas a merecer cosas mejores TÚ porque te vas a alinear con ellas. Pagar tus impuestos y tus cuentas a tiempo es parte de esa alineación. Si te alineas con una vida mejor vivirás en un país mejor; puede ser tu país actual o puede ser otro, eso no importa. Lo que aquí nos interesa es que tú cambies tu perspectiva, que agradezcas lo que ya tienes porque eres abundante. Cuestiónate por qué haces las cosas, por qué decides pagar o no pagar la administración del lugar donde vives. Tal vez decides no pagar con dinero pero contribuyes con voluntariado, tal vez estás en una situación tan escasa que el gobierno te está dando a ti dinero en lugar de que tú le des a él. No importa, la situación en la que te encuentras es la que necesitas para crecer y aprender. No necesitas moverte ya mismo de situación si no quieres o te crees incapaz, pero puedes ya mismo cambiar cómo te percibes y cómo percibes tu situación. ¿Estás pagando tus impuestos desde la queja? ¿Los pagas desde el agradecimiento o el rencor? ¿Los pagas porque te sientes obligado? ¿Porque es una forma de invertir en el lugar que habitas? ¿Qué energía le estás poniendo a ese dinero? O si recibes dinero del gobierno, ¿lo recibes agradecido? ¿Lo recibes porque eres pobre o porque sabes que lo aprovecharás para en el futuro ya no depender de ese tipo de ayudas? Sé honesto y date cuenta desde qué lugar estás haciendo las cosas. A fin de cuentas nada está mal, pero nos censuramos a nosotros mismos. En fin, eso es todo lo que les quería compartir el día de hoy, ya saben que siempre me encuentran por Instagram o en mi página. Les deseo mucho éxito y mucha claridad mental. ¡Besos!