Una forma de vernos a nosotros mismos es mirarnos como si fuéramos otra persona, observar lo que hacemos y darnos cuenta de lo que permitimos, y nos permitimos, de lo que soportamos y a lo que nos sometemos…

En nuestra cultura de ser “buenos”, esta mal darse permisos, y por el contrario dejamos pasar por encima de nosotros muchas cosas de las que ni siquiera somos conscientes, solo nos damos cuenta si somos capaces de mirarnos desde afuera, como quien mira una película.

Cuando era más jovencita no me daba cuenta de cuánto tiempo me la pasaba corriendo y exigiéndome a mí misma, reprochándome muchas cosas. Pienso que la manera en la que nos tratamos tiene mucho que ver con la manera en la que somos tratados por otros cuando somos niños. Tiene que ver con lo que esta “bien” y lo que está “mal” según lo aprendido.

Quedarme dormida, llegar tarde, irme a dormir más temprano, decir no, sin miedo a las consecuencias, decir sí, y atreverme, dejar los platos sucios y la sala sin barrer… quedarme tendida en la cama solo mirando al techo y escuchando mi respiración, desconectar los sonidos del teléfono… Son cosas que no hacía antes…

Hubo un punto en mi vida en el que me di cuenta que la tristeza y la desilusión, la falta de energía, debían venir de algún lado además de las razones obvias. Venían de una colección de momentos tensos en los que solo había aprendido a dudar de mí misma… Me di cuenta que mucho del bienestar que puedo tener interiormente viene de encontrar la capacidad de aprender a tener fe en mí y en la vida, aprender a sentirme feliz y plena cada día, en lugar de solo ser “buena”.

Cosas sencillas como descansar, tomar un baño con agua tibia, permitirme ser frágil y vulnerable, liberarme de la vergüenza y cualquier sentimiento de culpa… permitirme ser simplemente yo… y saber que soy valiosa… es la forma en la que me consiento.

Y es que consentirme es para mí sinónimo de aceptarme, de permitirme…

Creo que en la medida en la que yo me puedo consentir, es la medida en la que puedo consentir a otros, y es que solo podemos dar aquello que tenemos, aquello que somos capaces de darnos a nosotros mismos.

Es cierto que la disciplina es muy importante, pero también pienso que la vida tiene etapas en las que nos podemos relajar, para luego retomar ese camino que puede ser muchas veces empinado, y así mismo incluso dentro que cada día, podemos sentarnos a la vera del camino, tomar agua, descansar y disfrutar del paisaje sin el afán de llegar a algún lugar…

Consentirse tiene que ver con el aprecio que nos damos, el valor, y los espacios que nos damos para reencontrarnos, para luego continuar.

Tengo muchas ganas de seguirme consintiendo, por eso me permito explorar, indagar, divagar, curiosear como se le permite a un niño pequeño…

¿Qué es lo próximo que hare para consentirme? Quizá sea justo ahora, tomar un té caliente y disfrutar de su sabor y lo reconfortante que es… quizá solo sea dejarme estar, como quiera estar… hay tantas maneras…

¿Y tú, cómo te consientes? Invito a participar a @marito74, @luisito01, @magavic. Aquí les dejo el Link a quien desee participar.🙂

_{Las fotos son de mi autoría las tomé con un teléfono Samsung SM-A105M y fueron editada en Canva.}

@inspiracion