Puede resultar dañino el amor
El último mes del año 2016 lo terminé sintiendo el fracaso aquel amor que había perdido porque mi novia me había sido infiel. Estaba verdaderamente furioso, yo había hecho tantos planes con Erika para pasar juntos las vacaciones decembrinas, pero al ver que todo se quebró, tuve que replantearme lo que haría en diciembre sin ella.
Luego comenzaron las clases en enero, todos volvieron a la instituto contando lo que hicieron y lo que comieron durante navidad. Y no fue muy difícil que todos en el salón se dieran cuenta de que Erika y yo ya no éramos novios.
A veces era gracioso cuando yo llamaba a Erika y mi exnovia volteaba a verme, en ocasiones lo hacía a propósito para molestarla porque en el salón había otra chica que también se llamaba Erika. Y desde que Erika supo que terminé con Erika, comenzó a ser más cercana a mí, y como la convivencia dentro del instituto nos mantenía juntos bajo un horario y en un mismo salón, no duró mucho tiempo que nos hiciéramos novios. Por causa de eso me apodaron como Eriko en el salón.
Estas dos chicas comenzaron a odiarse una a la otra. Mi novia Erika simplemente estaba furiosa de haber tenido a anteriormente a otra chica. Y como a mi exnovia Erika el chico con el que me engañó la había engañado con otra, estaba profundamente arrepentida de todo y sutilmente se mostraba atenta conmigo con intenciones de volver, y eso encendía más la furia de mi novia aún cuando yo nunca di señales de querer volver con mi ex. Veía despreciable que ella quisiera algo conmigo sabiendo que ya estaba en una relación.
Ya estaba por terminar enero, mi mejor amigo Sebastián me hablaba de que conoció a Sofía, y realmente se sentía muy a gusto con ella. Nos comentamos varias veces en pronto hacer una cita doble, pero en realidad nunca nos tomamos en serio aquella idea.
A los días el director declaró un evento del Día del Amor y la Amistad, los de camisa beige fueron los organizadores principales del evento. Ellos dieron instrucciones a todos el instituto de cómo nos prepararíamos para ese día. Así que mandaron a los de primer y segundo año a hacer dibujos de amistad y amor para pegarlos por todo el instituto, a los de tercer año nos mandaron a hacer tres carteleras; una que hable del amor, otra que hable de la amistad, y la tercera que explique por qué se celebra el Día de San Valentín. Yo escogí trabajar en la tercera cartelera porque me interesan más los temas históricos.
Mi novia Erika estaba en mi grupo de trabajo, y a los días se sumó mi exnovia Erika. Eso encendió la furia de mi novia y me reclamaba de que en realidad yo la estaba engañando en secreto, una afirmación producto de su inseguridad, claro.
Los de camisa beige se encargarían de recibir el pago de los estudiantes que quisieran llevar jeans el día del evento, y a medida que se acercaba la fecha iban recibiendo los dibujos de los estudiantes de primer y segundo año, y también los regalos que serían entregados de manera anónima o con una tarjeta de presentación. O sea, ellos se encargarían de el factor sorpresa del evento además de la decoración y la organización.
El día lunes llegué al instituto como de costumbre. Ya era la semana en que se celebraría El Día del Amor y la Amistad, se sentía en todo el ambiente del instituto la tensión previa al evento.
Durante las primeras clases vi que mi novia estaba muy decaída emocionalmente, y un pequeño tiempo que tuvimos libres me dijo en llanto que ya no toleraba los problemas que tenía en casa con su madre, me mostro su mochila y vi tenía toda su ropa, y me dijo que quería irse a vivir conmigo. Mi mamá ni siquiera sabía de la existencia de mi novia, mucho menos aceptaría que una desconocida viviera con nosotros solo porque su madre le dijo que no le celebraría su fiesta de quince años por portarse mal. No fue difícil para mí hallar una solución diferente pero igualmente descabellada, le dije que ese día se iría conmigo, pero no a la casa de mi mamá, sino a otra casa que tenemos que está sin habitar.
Terminaron las clases y ella partió conmigo, llegamos a casa y entré, ella me espero afuera, lejos de la vista de mi madre. Tomé la llave de la otra casa, salí a sacarle una copia y se la entregué a mi novia. Luego la llevé a su próxima morada y allí nos quedamos hasta la noche que volví a casa con mi mamá.
Desde ese día nada fue igual para los dos, yo andaba nervioso de que mi mamá descubriera lo que hice, y mi novia no fue a clases desde ese día.
Los padres llegaron al instituto al día siguiente preguntando por Erika, se veían realmente desesperados y asustados. Pasaron por cada salón preguntando por su hija, pero nadie le dio información, solo yo sabía dónde estaba. Así que le compartieron su número con todos los estudiantes del instituto para que le diéramos información en cuanto la viéramos.
Mis compañeros de clases comenzaron a especular de que yo la había dejado embarazada y que por eso escapó de casa. Pero como en todo instituto los estudiantes tenemos la norma no escrita de no ser soplones, nadie le comentó a los padres de Erika que probablemente yo podría saber algo porque somos novios.
Luego los estudiantes de camisa beige nos informaron de que celebraríamos el evento el viernes de esa misma semana porque el catorce de febrero cae un día viernes, lo cual no presentó ningún problema para nadie.
El miércoles de esa semana preparé la cartelera que me correspondía para el evento, y como enviaron fotos al grupo de WhatsApp del salón de la preparación de la cartelera, y allí estaba mi exnovia Erika, mi novia se molestó conmigo, no le gustaba que estuviéramos cerca bajo ninguna concepto. Y entonces se salió del grupo.
Cuando llegué a casa con mi mamá por la noche, vi un estado en WhatsApp de Sebastián con mi novia, le pregunté si esa chica era su novia y me dijo que sí. Así que teníamos la misma chica como novia y ninguno de los dos lo sabíamos, pero yo no le dije nada por el momento.
Se supone que su novia se llama Sofía, no Erika, pero la chica de la foto era mi novia. Así que al día siguiente fui a la escuela a hacer lo que tenía que hacer, vi la lista de estudiantes y encontré que su nombre completo era Erika Sofía Martínez Rojas. De inmediato le dije a Sebastián que en la tarde le enviaría una foto de mi novia.
Llegué a la casa donde está Erika, y hablando de su aburrido día como fugitiva le sugerí tomarnos una foto juntos. No le envié la foto a Sebastián sino hasta la noche que volví a mi casa con mi mamá. Él estaba tan impresionado como yo. Le comenté la situación por la que estaba pasado Erika, pero él no sabía nada de eso.
Llegó el día jueves, y convencí a Erika que fuera al instituto para disfrutar del evento porque le tenía preparado una sorpresa. Claro que ella no sabía que la delataría con su madre porque yo había agendado su número.
Sebastián y yo no nos molestamos entre nosotros, ninguno se metió en la relación del otro, los habíamos sido engañados por la misma chica, así que él me ayudo con la próxima sorpresa para ella, yo le diría el momento en que la terminaría, y lo aceptó.
Ya era viernes, cuando llegamos el instituto estaba decorado por todos lados, los dibujos de los estudiantes de primer y segundo año eran muy coloridos y creativos, los globos adornaban todo el lugar y todos los estudiantes llegamos con jeans, la única que llegó con la falda típica del uniforme fue la novia Erika, pero eso pasó desapercibido para todos tomando en cuenta que finalmente la chica perdida apareció en el instituto.
Yo estaba seguro que al llegar pronto se comunicarían con su madre tanto los estudiantes como los profesores, así que caí en cuenta que no debía escribirle.
Los profesores se comportaron con toda discreción y no le preguntaron nada, pero ya habían acordado que no la dejarían salir del instituto hasta que llegara su madre por ella.
Hablé con mi profesora de matemáticas para que le pidiera los regalos de mi sección a los estudiantes de camisa beige. Mientras estábamos en clase llegó una chica con todos los regalos de mi sección y los colocaron en el escritorio. Había tensión de amor y confesiones sutiles en el ambiente, y la novia Erika no se imaginaba lo que le iba a confesar. Me acerqué a la profesora y le dije que para la entrega de regalos dejara el mío de último, una caja morada con un collar dentro.
Cuando la clase terminó la profesora comenzó a llamar a cada uno para entregarle su regalo del admirador secreto. Cada uno iba al escritorio a recibir su regalo y todos aplaudían. Yo recibí una franela con un estampado de la banda de Nirvana, supe de inmediato que eso fue de mi exnovia Erika porque ella sabía que es una de mis bandas favoritas de rock, pero mi exnovia Erika arrugó la cara como un demonio que desea venganza. Ya para este punto disfrutaba verla mal.
Mi regalo quedó de último, tal como se lo dije a la profesora. Ella me llamó para dármelo y todos comenzaron a aplaudir. Nadie entendía por qué me quedé en medio del salón en lugar de volver a mi pupitre, cuando dejaron de aplaudir llamé a Erika para entregar mi regalo, quien se levantó a recibirlo fue la novia. Mientras ella caminaba hacia mi todos aplaudían con fuerza y buya porque sabían de la relación entre ella y yo, pero no se lo entregué ella. Ahí en frente de todos terminé mi relación con ella, y además le dije en frente de todos “Mi regalo es para Erika, no para ti”. Entonces fui hasta pupitre de mi exnovia y se lo entregué.
El impacto de la sorpresa golpeó con un profundo silencio de asombro a todo el salón, y justo cuando le entregué el regalo a Erika les dije a todos que viera en el grupo de WhatsApp la sorpresa que tenía a la recién exnovia Erika. En tan solo un tap envié al grupo los captures de las conversaciones que ella tenía con Sebastián. Y ella sin poder saberlo porque se había salido del grupo.
Luego de eso le escribí a Sebastián de que ya podía terminarla con Erika, entonces le envió los captures de las conversaciones que Erika tenía conmigo, al instante me dijo que ya hizo, ella vio los mensajes de Sebastián y vi en su cara el infierno de su vergüenza, el rostro de adolescente tóxica destrozada por las consecuencias de sus actos. Fue mi venganza por haberme sido infiel.
De pronto salió corriendo del salón directo a la salida del instituto, pero el portero no la dejó salir por órdenes del director. No se iría hasta que su madre viniera por ella.
Luego tuve que explicarle a Erika que haberle dado mi regalo no fue porque quisiera volver con ella, sino por una razón de venganza contra Erika, me pidió explicaciones, pero solo se me ocurrió decirle la verdad, que ella también me había sido infiel, y hombre que se respeta no vuelve con chicas infieles.
Desde ese día ella también me comenzó a odiar y me gané el apodo de el mataerikas en el instituto.
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Puede resultar dañino el amor.