En la comunicación humana es tan importante el qué se dice como la manera cómo se dicen las cosas. Confieso que soy del tipo de personas que procura antes de hablar, analizar lo que deseo decir e imaginarme si fuera a mí que me dijeran lo que quiero decir, cómo podría reaccionar.

Esta actitud me ha hecho asumir, en esta etapa de madurez, al silencio como aliado; así he evitado tener muchos problemas con familiares y amigos. Ah, pero esta capacidad de análisis no siempre me ha acompañado a lo largo de mi vida, pues como buena venezolana, soy de sangre caliente, y en mis años mozos bastaba un poco de "gasolina verbal" para encenderme y hacer que "Ardiera Troya", jajaja.

Por fortuna, ya eso no es así y, por lo general, busco tener paz espiritual con todo y con todos. Eso me ha hecho muy bien a nivel personal.

Existen personas que se creen dueñas de verdades y viven disparándolas a su paso, pero, por lo general, esas mismas personas no tienen tolerancia para aceptar que otros también les digan sus verdades, y mucho menos si estas giran en torno a sus formas de ser y a sus familias. Por ejemplo, a nadie le gustaría escuchar: "Tu hija es una regalada". Así fuera verdad o, "Tú eres mezquina; solo piensas en ti"...

Este tipo de "sentencias" (Dictamen o parecer que alguien tiene o sigue) suelen incomodar a cualquiera ¿o no?

Hay una frase muy conocida que dice: "Por la verdad murió Cristo". Si recordamos que Cristo murió crucificado y torturado por las personas que lo rodeaban, podríamos señalar que decir la verdad tiene un costo, que puede ser muy alto.

Con esto no quiero que me vean como defensora de la mentira o de la falsedad. No, señor. Deseo más bien que nos detengamos un poco a reflexionar si, en realidad, "Estamos tan libres de pecados, como para andar restregando verdades a los demás, sin son ni ton".

Con respecto a la frase: "Sin pelos en la lengua", creo que nos regresa a la imagen de la desnudez. Quien no tiene pelos está afeitado. Pero, después de un tiempo, los "cañones vuelven a aparecer", significa que mientras tengamos pelos en la lengua, podemos disfrazar verdades o silenciarlas; jajaja. Tal vez por eso la gente de antes era más comedida para decir las cosas, ya que casi nunca se afeitaban, pero como ahora no nos podemos ver un "pelito", porque enseguida lo depilamos, entonces nos hemos convertido en seres humanos más frontales, más verdaderos y más belicosos, jajaja.

Me encantó participar en este debate sobre las verdades, que promueve @ciru2014. Me gustaría invitar a @yola1, @luisito01 y @senehasa. Aquí la información