Una imagen, un poema: #11: La decisión de ser felices

Como plantas silvestres,
crecieron aquellos niños,
sin padres, sin casa ni familia
y con mucha falta de cariño.

Eran dos hermanitos
que por la vida iban
sonreídos y bondadosos
felices de la vida.

No eran traviesos ni malos,
trabadores y juguetones sí eran
la inocencia no la habían perdido
tampoco la bonita luz interna.

Nunca habían ido a la escuela
aunque contar dinero sí sabían
lo habían aprendido en la calle
donde la maestra es la vida.

También habían aprendido
que robar era malo,
que pedir no es bueno
y que lo mejor era el trabajo.

Con lo primero que reunieron,
los dos compraron una bicicleta,
en la que los dos se montaban
y se imaginaban en una avioneta.

Que tocan el cielo con las manos
y tienen cerca a las estrellas,
imaginan los dos hermanos
mientras con velocidad pedalean.

Tal vez les faltan muchas cosas materiales
les faltan unos padres, una casa,
pero lo que nunca les falta a esos niños
es una gran sonrisa en la cara.

HASTA UNA PRÓXIMA HISTORIA, AMIGOS