HISTORIA DE UN CAMPAMENTO

in #historia6 years ago

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Les quiero contar una historia. Se trata de un viaje que hice a Barinitas para competir en un campamento, fue la primera semana de septiembre, tuve dificultades para conseguir el dinero, estuve a punto de no ir, pero al final pude conseguir el dinero suficiente. El campamento fue muy genial y divertido, llegando al lugar me dijeron que iba tocar la batería en todo el campamento, y eso me emociono mucho, tener esa experiencia de tocar allí, hice muchos amigos de Mérida, Barinas, Maracay y otros lugares; pero bueno en realidad lo que les quiero contar es como conocí a una bella princesa, en ese lugar…

Era día lunes a alrededor de las 5 pm, estaba llegando a lugar del campamento, sentía que en ese lugar me pasaría algo bueno, algo especial, algo que nunca me había pasado, era mi primer campamento, pero iba con amigos que ya habían ido, y me dijeron todo lo que se hace, me contaron algo sobre una tal “cena romántica”, en la cual tenía que invitar a una chica a dicha cena, ese día sólo hubo la bienvenida y todavía no conocía nadie, a pesar de que esa chica ya estaba allí, no pude notar su presencia ese día, me fui a dormir ese día, tranquilo, sabiendo que al otro día iba a comenzar a tratar más con los jóvenes del campamento.

Comenzando día martes, tuvimos una enseñanza de un pastor y luego tuvimos un momento de receso, en ese momento fue cuando comencé a notar su presencia, de hecho era imposible no notarla,  se movía a todos lados, era un poco gritona y habladora, la palabra correcta es “hiperactiva” y eso sin mencionarles que es algo pequeña de estatura, en fin,  mi mente decía “que chica tan escandalosa” pero mi corazón decía “quiero estar con ella”,  en pocas palabras era como una pelea entre mi mente y mi corazón,  luego ese mismo día la conocí, siéndoles sinceros no recuerdo el momento exacto, sólo sé que desde que la vi fue como si ya la hubiese conocido toda mi vida. Su nombre era “Edmarlyn”, si lo sé…  un nombre algo difícil de aprender, y me costó mucho aprendérmelo, tanto así que día después le pregunte su segundo nombre que es “Gabriela”. Como les seguía diciendo, cuando comencé a conocerla, nuestro trato era un poco agresivo, nos peleábamos y nos molestábamos, y les digo algo, ella siempre comenzaba las peleas… mientras más peleaba con ella, sentía algo especial dentro de mí, era mi corazón que decía “invítala al cena”.
 El campamento seguía, y las peleas de juego (aunque a veces fuertes) seguían, y mientras más peleaba con ella, más me iba gustando. Luego conocí a una amiga que se llama valentina, sólo puedo decir que mientras hablaba con ella, sentía que a Edmarlyn no le gustaba, volteaba a otro lado o se ponía seria, no me gustaba que se pusiera así, aunque en el fondo sabía que era buena señal, aun así dudaba si le gustaba o no, o si aceptaría mi invitación a la cena, una amiga al ver que yo hablaba con valentina, se le ocurrió la idea de invitarla a la cena de parte mío, luego tuve que hacerlo en persona para no quedar mal, y le doy gracias a Dios que dijo que no, porque de verdad quería y anhelaba ir como mi Edmarlyn, sólo que mi duda no dejaba que la invitara, el hecho de pensar que me dijera que no me daba punzadas en el corazón.

Uno de esos días estábamos comiendo, y nos sentamos juntos, recuerdo que estaba una amiga que se llama Mónica al lado de ella, y comenzamos hablar, le pregunte a Edmarlyn si iba a ir a la cena, y me dijo que no quería ir…  y no me quería decir el porqué, sentía que me decía “¡invítame!” mi amiga Mónica me hizo una seña, que no entendí, luego la busque y le pregunte que era esa seña y me dijo “¿no te diste cuenta? Está esperando que la invites, yo me emocione todo, y dije, ¡cierto!, ¡si me di cuenta! buscaré el momento oportuno para decírselo. Todo ese día los equipos estuvimos trabajando manualidades con periódico, y todo eso; estaba esperando el momento, de repente, un chamo que no conocía mucho viene a mí, y me dice:
  • ¿Ya tienes con quien ir a la cena?
  • No ¿por qué?
  • Invita Edmarlyn a ella no la han invitado.
  • Ok déjame pensarlo.

El chamo era de su iglesia y de su equipo, me pareció muy raro, pero eso medio más esperanza todavía, y yo seguía esperando el momento oportuno para invitarla...

Al fin llegó el momento, Edmarlyn y yo sentados solos hablando, me hablaba de muchas cosas, en realidad no le estaba prestando atención, sólo buscaba el momento oportuno para invitarla, hasta que empezó a tocar el tema:

  • ¡Ey! ¿en serio no irás a la cena?
  • No, no iré
  • ¿Y eso no te han invitado?
  • No
  • ¿Y qué tal si vas conmigo?
  • ¡Bueno vamos!

Ese “Bueno Vamos” lo dijo así con su vocecita ronca, pareciera que fuese a llorar cuando lo dijo, no sé si son cosas mías, pero sentía que se alegró muchísimo y tenía el corazón en la garganta, yo por mi parte estaba súper feliz, y despertar los días que quedaban antes de la cena sabiendo que, si iba a ir con Edmarlyn era muy especial, ya quería que llegara el momento, luego todos esos días seguimos compartiendo, y ya no la trataba mal, al menos no mucho, pero ella a mí si, a veces era muy odiosa.

En una ocasión, estuvimos hablando solos, gracias a una amiga que conocí que se llama jorliana, que es como la hermana de Edmarlyn, creo que no olvidaré ese momento, fue muy especial hablar y reír junto a ella, creo que fue la primera vez que hablamos sin pelear, ahí la pude conocer mejor, también pude ver y admirar más de cerca su sonrisa.

En fin, llegó el día tan esperado, la cena romántica, había quedado con ella en irla a buscar a su cabaña a las 8 pm. Las horas pasaban y veía que estaban acomodando el lugar y que iban a terminar tarde, luego me fui a bañar y a vestirme, gasté casi medio pote de gelatina para peinarme, quería darle una buena impresión.

Eran las 8:30 pm, ya estaba listo, estaba esperando el momento para irla a buscar, pero me daba mucho nervio, todos los chicos estaban listo, casi ninguno iba a ir a buscar a su invitada, pero yo quería ser diferente, yo quiera ir por ella, buscarla y agarrarla del brazo como todo un caballero. Me asomé desde el salón central a su cabaña, y vi que Mónica estaba afuera y la puerta estaba abierta, dije dentro de mí “este es el momento para buscarla”. Entonces fui, y mientras caminaba a su cabaña mis piernas temblaban de nervio, cuando llegué a donde Mónica ella dice: “Edmarlyn te vinieron a buscar”, estaba ansioso de verla, y decirle lo hermosa que estaba, no importara que llevara puesto, sabía que iba a estar hermosa, porque sencilla mente lo es. De repente veo cuando sale, muy radiante ella, con su cabello precioso, llevaba un lindo vestido; enseguida le dije, “te ves muy hermosa”; pero me arrepiento de haberle dicho eso, en realidad la palabra “hermosa” le quedaba muy pequeña, la palabra más bonita, belleza y hermosa que exista… así estaba ella.

En fin, la cena estuvo Genial, nos tomamos fotos,  cenamos, le regalé una rosa (del mercado negro de pansa), le hice cariño mientras estábamos en la mesa, luego seguimos hablando y conversando en grupo con mi hermano y Jorliana, la pasamos bien, aunque me fuera gustado más cenar a solas con ella. Pasaron unos hechos misteriosos ese día los cuales contaré en otro momento, ya que está historia se trata de ella,  de Edmarlyn.

Al día siguiente, todo normal, quería pasar más tiempo con ella, pero no se pudo, era la última noche ya, y solo pensaba en estar con ella abrazarla, y aquí entre nos, también quería darle aunque sea un beso, anhelaba mucho besar sus labios y mirarla a los ojos y decirle que la quería, cuando llegó el momento en que estaba decidido en hacerlo, nos mandaron a dormir a todos, por culpa de unas personas que se portaron mal, en ese momento me llené de ira y de tristeza, al ver que lo que anhelaba hacer se hizo imposible, ese día no dormimos, y llego la hora de despedirnos, si, era el final del campamento, todos con caras pesarosas. Fui a buscar a Edmarlyn a la cabaña para despedirme, ella se metió a bañar, pensé que no me iba a poder despedir de ella, yo todo angustiado, la quería abrazar.

Luego ella salió de la cabaña y nos abrazamos, nos acompañó al portón a despedirse, no me quería ir, quería estar cerca de ella, como si ella fuese mi oxígeno, sentía que si me iba podía morir, luego la volví a abrazar, no quería soltarla, estaba todo triste (con risas de tristeza), hasta que llegó el momento de caminar… mientras iba caminando, quería regresarme, volverla a abrazar y darle un beso en la frente; pero no lo pude hacer, después ella me dijo días después, que quería un último abrazó mío, cosa que me partió el corazón.

Así terminó el campamento, no fue un final muy feliz, ya que las despedidas y la distancia no son cosas que traigan felicidad