Mi experiencia con el suicidio | ReflexiónsteemCreated with Sketch.

in #cervantes7 years ago (edited)

A veces llega un momento de tu vida en que abres los ojos y te das cuenta de que todo es absurdo y este mundo no fue lo que te hicieron creer años atrás, de que no hay sentido en la vida, de que no puedes resolver las injusticias ni cambiar el pasado o el presente. Te sientes abandonado por las personas que amaste, descuidado y desprotegido, es ahí cuando piensas que lo mejor es cortarte las venas o comprar algo de veneno barato en una ferretería, aunque también podrías tomar el frasco de pastillas más cercano, quizá tirarte al mar por la noche, así encontrarían tu cuerpo boyando al otro día. Lo meditas, calculas cómo y cuándo morirás, si saldrás en las noticias, si tus amigos irán al velatorio. Es una sensación extraña esa de querer presenciar tu muerte, de querer quedarte después que todo pase y ver el escenario que dejas tras de ti. 

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Te llorarán por un tiempo, parecerá imposible superar tu pérdida, luego de unos meses poco a poco los más cercanos a ti retomarán sus vidas y tu foto quedará como un adorno en el centro de la mesa, los que nunca te conocieron preguntarán a tu madre o a tu padre quién era ese de la foto, sus ojos se pondrán brillosos y dirán que era su hijo, el que hace unos años se mató, se darán cuenta de que por más que pase el tiempo hay heridas que nunca curan, y en cualquier lugar en el que estés deberás arrepentirte de causar una herida que cada recuerdo va abriendo, una que nunca cura.

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Pero no es la solución, ser nuestros propios asesinos es algo lamentable, deberíamos ser los últimos en pensar hacernos daño. Mientras estás vivo puedes hacer algo, muerto ya no. Ya no puedes desatar la soga cuando estás colgando de ella, no puedes volver a la orilla cuando el agua llena tu boca, ni suturar tus muñecas cuando estás desangrándote, quizá sí puedas vomitar algunas pastillas, pero, ¿será eso suficiente?

 

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Yo tuve todos esos pensamientos (quién sabe si más), la muerte era un pensamiento que me perseguía de manera obsesiva a todos lados, en la soledad era una compañía que jamás me dejaba. No vale la pena, acabar así tan fácil, morir fácil no es para mí, prefiero vivir sin saber cuándo voy a morir. Después de convivir con la muerte ya no me aterra, lo que me aterra es volver a desearla y no poder escapar como las veces anteriores.

Si estás pasando por una depresión, anda y busca ayuda, hay muchos grupos de ayuda en las comunidades, en internet y en todas partes, intenta crear vínculos sociales, salir, tener amistades y despejar la mente, pero nunca atentes contra tu vida, no dejes que el monstruo del suicidio te devore así como lo ha hecho con mucho, siempre hay una salida, pero la muerte no es una. Si pasas por una mala situación y necesitas ayuda o simplemente desahogarte, puedes dejar un comentario y yo te tiendo mi mano amiga.

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Buen aporte, para un problema tan grave, y tan común

Gracias, es un problema que afecta desde niños hasta adultos, pero rara vez se le presta atención, hay que tratarlo a tiempo.

Pasar una situación así es fuerte,intentas salir pero te hundes más...

Si, para mí fue muy fuerte, por cada paso que avanzaba retrocedía dos, pero al final pude salir de ese agujero, y sé que otros más también pueden con la ayuda necesaria.

Sorprendente amigo cuenta conmigo